Considero que para un niño, no puede haber una mejor época que la de navidad; más aún, si ese niño es campesino; pues hace suyo el aroma del musgo húmedo, el perfil de las hojas de vicundo, la cercanía del buey y del burrito, a más del distante algodón de nubes, con la silueta de troncos secos y pájaros ariscos.
Rosendo se llamaba el niño. Claro que ese era nombre de viejo, pero al niño no le importaba y jamás le incomodó que lo llamaran, a veces, Roso; y, con cariño al menos para que hiciera algún mandado- Rosito .
A sus escasos siete años, Rosendo demostraba ser hábil para muchas cosas; por ejemplo, para arreglar el belén, en diciembre. Ese año había utilizado la mesa grande que su padre, que era medio sastre, ocupaba para las labores de su oficio. Primoroso le había quedado su nacimiento: una chocita con pastores y angelitos; un cerro con una laguna al pie; el pueblo con iglesia y todo; los árboles, y hasta un campo arado.
En la chocita estaba recostado un niño Jesús de bulto que, después se enteró, había sido de su bisabuela, una mujer de buena familia, que dizque se apellidaba Borja.
Una tarde, con sol quemante propio de la sierra, con cielo despejado en pleno diciembre, con olor a buñuelos y a empanadas, llegó a su casa un grupo de personas formando un cortejo alegre, a pesar de que iban al cementerio a enterrar un muerto; claro que el cadáver era de un niño tierno y ello no significaba ni dolor ni llanto, sino felicidad, porque la criatura fallecida iba a engrosar el coro de serafines. Los abuelos de Rosendo recibieron a los dolientes con mucha cortesía. Les invitaron a seguir, les brindaron una copa de chancuco y una tacita de café de chuspa, con galletas cuadradas de don Paredes, lógicamente después de que la cajita blanca, con el muerto adentro, la colocaron en el belén, después de retirar la imagen del niñito Jesús.
A lo mejor serían las cuatro de la tarde, cuando el cortejo, en el que se incluyeron los abuelos de Rosendo, continuó su camino hacia el panteón. En casa, quedó Rosito, acompañado de Carlos, un primo pecoso, compinche de sus juegos infantiles. La pelota, las bolas, los trompos y el coche de madera, ocuparon todo el resto de la tarde a los dos niños traviesos. De pronto, observaron que de la puerta de la sala en donde estaba el belén, empezaba a salir humo. Asustados, dejando la cacha en la bomba, corren a ver qué es lo que ocurría. No podían creer: todo el nacimiento ardía. Desesperados, y en su afán de apagar el fuego, agarraron un cojín de lana de oveja negra, que había servido para sostener al guagua muerto en la choza del belén, y lo arrojaron lejos.
¿Cuánto tiempo duró el incendio? No sé. Los niños no saben de aquello, pero si supieron que llegó su abuelo; que controló el fuego, el mismo que había tomado cuerpo, debido al cojín lanzado lejos, el mismo que había caído sobre una canasta de ropa.
Todos culparon a Roso y Carlos. Solamente la abuelo dijo que todo había sido un castigo del niñito, porque no debía desplazárselo de su pesebre para colocar a un muerto. La vela que habían colocado para el velorio momentáneo, y que se olvidaron de apagarla, hizo el resto del trabajo.
Rosendo, nunca dejó de arreglar sus preciosos nacimientos; y, para evitar nuevos incendios, no permitió encender velas; y, peor aún, colocar guaguas muertos en el lugar del niñito de bulto que había sido de su bisabuela Borja.
Un post del Licenciado Delacroix
Enternecedor ;(
A ver carajo! Qué es eso de estarme siguiendo don Phantom, quespues!
Mi mamá también me había dicho algo similar: una vez colocado al niño en el pesebre, no lo muevas si no es que vas a guardar todo el nacimiento.
Creencias de abuelas, digo yo.
Un saludo y felices Fiestas al clan Delaxcroix.
Uuuups! y bien bravito… Saludos Lice, saludos Phantom.
Claramente se ve que somos hijos de la misma madre. Saludos desde Colombia! Felices pascuas!
Recuerdo que en ese episodio también estuve, por más señas mi abuelo una vez que apagó el incendio, nos dió tres coerrasos a cada uno: al licenciado, a un primo que de Dios goce y a esta colita, pero bien sabíamos que era por nuestro bien. Felices pascuas y un año nuevo lleno de dicha y felicidad para todos los amigos de cerocuatro
licen se esta demorando en sus aportes a esta web…. ya ha de ser que se lance otrito
Hola licen soy Mauricio Guerra ex alumno suyo y voluntario lasallista actualmente,solo le escribo para decirle que lo felicito por todo lo que usted y ha sido con migo y todos mis compañeros le cuento que mas que la teoria de la literatura española, universal y ecuatoriana lo que mas me sirvio de sus clases fueron los librazos, y los consejos practicos para la vida que eso si le enseñan a uno. A pesar de que es muy ineresante la materia y en lo personal a mi me gusto mucho y recuerdo por ejemplo que cronos era el dios del tiempo, Dante Aligieri escribiò “La Divina comedia”
o que “LA targicomedia de Calixto y Melibea” se resume en la Celestina; o que un decapitado se quito la vida en la mesa nùmero 8 de uan cafeteria.
Bueno como le decia lo que mas a una persona le impacta o servira en el futuro son aquellas joyas de vida simples pero llenas de mensajes valiosisimos, por ejemplo nunca me olvidare aquel consejo que nos solia decir: _hagan todo lo que ustedes quieran, pero aquello que hagan que no dañe a los demas peor a ustedes mismo_ beuno licen me despido desenadole que le vaya de lo mejor y mi Dios Santisimo y La Madre Dolorosa ahora que cumple su centenari lo bendiagn tanto a ustad como a su familia y que en este año 2006 reine la felicidad en su hogar
En Cristo y de La Salle
Mauricio Guerra Voluntario Lasallista
P.D. disculpeme las faltas de ortografia y espero que esta vez no me rebaje puntos por las faltas o ya no me de librazos en labeza